En la comuna de Amaicha del Valle, arquitectos del CONICET comenzaron con las primeras capacitaciones a jóvenes en construcción con adobe, como complemento a los conocimientos que la comunidad posee sobre esta técnica. Los talleres se dieron en el marco del “Proyecto Tierra”, un acuerdo de cooperación entre la Secretaría de Estado de Relaciones Internacionales de Tucumán, la Comuna de Amaicha, la Fundación León y el INTEPH; cofinaciado por Fundación Williams y la ONG Potenciar.
Los talleres estuvieron a cargo de Guillermo Rolón y Pablo Dorado, arquitectos e investigadores del Instituto de Investigaciones Territoriales y Tecnológicas para la Producción del Hábitat (INTEPH, CONICET-UNT). Consistieron en dos módulos: el primero sobre identificación de suelos y pruebas de campo y el segundo sobre mamposterías de adobe.
El “Proyecto Tierra – Observatorio de construcción con Tierra” tiene el objetivo de brindar capacitaciones en construcción con tierra a comunidades de los Valles Calchaquíes para la mejora de sus viviendas y la construcción de espacios para el desarrollo turístico. También busca fortalecer y revalorizar el oficio de constructores, comerciantes y albañiles de la zona que trabajan con el adobe. El convenio implicó además la construcción de un espacio para el funcionamiento del Observatorio de Arquitectura del Valle Calchaquí. Este lugar sirve como base para el desarrollo de actividades de investigación del INTEPH en la región.
En una entrevista para la Secretaría de Relaciones Internacionales, el equipo del INTEPH dio detalles del desarrollo del proyecto.
El balance es muy positivo, principalmente por dos motivos: primero porque participó un buen número de constructores locales interesados en la temática, nos acompañaron 25 personas. Además, continuamos detectando que, este tipo de talleres itinerantes, donde nosotros vamos hasta donde está la gente trabajando o viviendo, favorece la participación; de lo contrario se les haría casi imposible asistir por diversos motivos. La idea del Observatorio de Construcción con Tierra de los Valles Tucumanos (OCT), incluye esta estrategia itinerante, no solo dictar los talleres en el espacio del OCT en Los Zazos.
Desde el espacio científico que ocupamos, entendemos que lo primero y fundamental que tenemos que hacer es comprender los conocimientos ancestrales. De esa forma podemos hacer mejor nuestra tarea, que consiste en investigar y proponer nuevos desarrollos mediante una articulación y avance sobre necesidades locales, una base territorial y problemáticas de la zona. Es parte de lo que entendemos como un proceso de Vinculación Tecnológica. Estos conocimientos, el ancestral y el científico, no son antagónicos; por el contrario, son complementarios. Nuestra tarea es entender dónde se produce esa complementariedad y, desde el momento en que la identificamos co-producimos, con la gente estrategias de desarrollo local. Son varios los aspectos sobre los que estamos trabajando: aprovechar las características del desempeño térmico de la construcción con tierra, que la gente valora mucho; pero también reconocer el aporte a la cultura ecológica que esta tecnología siempre tuvo y que hoy está presente en la preocupación de toda la sociedad. También la cuestión económica, porque es posible reducir en cierta medida los costos de construcción y generar más trabajo local. Y no menos importante, atender al riesgo sísmico mediante la transmisión de ajustes en las formas de construcción, que se pueden articular bien con las prácticas constructivas actuales, y es preciso implementarlas por la seguridad de las personas.
El Proyecto Tierra sigue con más capacitaciones que ya tenemos acordadas con algunos grupos locales, con la comuna de Amaicha del Valle y otras que están programadas desde el mismo proyecto. Por ejemplo, tenemos programada una capacitación sobre revoques de tierra en el Barrio Pachamama cuando se avance más en la obra; con la gente de Quilmes, El Bañado y Colalao del Valle dentro de unos meses. En este momento estamos avanzando en la organización de ello. Y aún hay dos talleres más este año en la sede del CIC, en Los Zazos, vinculados al avance de la obra del Observatorio de Construcción con Tierra: un taller de cúpula de adobes y otro de revoques de tierra. Además, con la comuna de Amaicha estamos organizando una línea de política pública sobre mejora de las viviendas construidas con adobe y eso incluirá unos talleres con las familias involucradas. Por otra parte, en los talleres y charlas que ya se han realizado, surgieron numerosas consultas sobre otras técnicas constructivas con tierra en las que hay interés por conocer más: cómo mejorar los techos de torta de barro y la técnica de quincha, que también se emplean en los valles. Sobre esas cuestiones estamos por avanzar en las indagaciones correspondientes para luego sistematizarlo en futuros temas para nuestras investigaciones.